Después
de tantos meses tratando de alcanzar a la vida, me he dado cuenta que ella corre
tan rápido y que no está dispuesta a esperar por más esfuerzo que haga o por
mas entrenamiento de resistencia. Lo único que he logrado es un cansancio
inexplicable e irrecuperable, porque junto a la vida también se ha confabulado contra
mí el tiempo, el cual corre más rápido que la vida. Pareciera que tienen una apuesta, para ver cuál
de las dos ganará. Pero últimamente he visto que hay alguien más que se les
quiere unir y son los pensamientos, el cual no saben correr sino volar, y eso harán
sin importar lo que les diga o haga la vida y el tiempo.
Lo
cierto es que no importa que tan rápido sean todas ellas, sino lo que decidiré hoy,
y hoy decido continuar adelante y aunque agotada, la ganas de seguir cada día
se regeneran cada vez más y más.
Ganas que se han adherido a mí, de tal manera que
es parte de mí ser y de mi alma. Por eso y sabiendo que estará a mi lado, continuaré
tras ellas, ya no tanto para alcanzarlas, sino para contemplarlas, porque
cuando pasen frente a mí ya hará rato que estaremos esperándolas para verlas
pasar y así podremos descansar cuando nos encontremos todas en el mismo lugar.
Sigue
siempre hacia adelante porque la meta la alcanza no el que corre sino el que
sabe llegar. Ànimo!
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