REFLEXIONANDO EN FE I

REFLEXIÓN

Hablar de fe, llevaría horas y horas, porque existen muchos aspectos concernientes a ella. Podemos hacer referencia a la cantidad de Fe con

“Hombre de poca fe” y “Grande es tu fe” o “Ni aun en Israel he hallado tanta fe”.
De igual manera podemos conocer lo que podemos conseguir a través de ella con “Tu fe te ha salvado”.

Son muchos los temas y enseñanzas que podríamos extraer acerca de la fe. Pero, en la actualidad lo que más debería llamarnos a reflexión es la necesidad de tener fe.

Al igual que las demás frases, Jesucristo en una oportunidad pregunto: ¿Hallará fe en la tierra? (Hablaba en ese entonces sobre su venida).
Más que una pregunta, fue una muestra de su preocupación, por lo que sabía que vendría dos mil años más tarde. Donde la proliferación de la maldad tendría la tarea de desaparecer la fe.
Y es que el aumento de la maldad se puede ver en las calles, en las escuelas e inclusive en las familias.
Pero, precisamente pensando en estos acontecimientos también dijo: “Tengan fe en Dios”. Pues solo así, podrás sobrevivir en este mundo de maldad.
Pero, si por algún motivo o circunstancia sientes que no puedes más, que te están ahogando los problemas y que tu fe está a punto de flaquear, hoy te recuerda “Yo he rogado por ti, que tu fe no falte”.
Y esta petición sigue en vigencia, hasta el día de su venida, cuando espera, Hallar en la tierra hombres y mujeres de fe, que con su vida y sus acciones pudieron demostrar y responder ¿Dónde estaba su fe?
Porque, siempre estuvo y ahora estará literalmente con Jesucristo, El autor y Consumador de la Fe.
Por eso, cada uno de nosotros, estamos llamados a mantener nuestra fe en Dios, y hacer partícipe a los demás de la fe, para que ellos al igual que nosotros seamos vencedores por la fe, y podamos decir confiadamente “He Peleado la buena batalla de la fe; He echado mano de la vida eterna”