21/12/14

CUENTO DE NAVIDAD!!


__Hace muchos años,  se escuchó una conversación desde el infinito Universo.
  __La plática se basaba en la curiosidad que sentían ciertos personajes, cada vez que miraban hacía la tierra y veían que en cierto tiempo, está se llenaba de una hermosa iluminación que podía observarse allá en lo alto.
 

__Tal era su brillo que alumbraba hasta el Universo.

__Un día, mientras llegaba ese tiempo,  empezó la tierra una vez  más a iluminarse.
  
__Dejando al descubierto a los protagonistas de esa conversación.

__Eran el cero, el uno, el dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis, el siete, el ocho y el nueve, quienes en esa época como siempre se reunían  a contemplar desde lo lejos esa luz tan inquietante.


__Manteniendo la misma plática que tenían desde hace muchos años, donde además se les podían ver  inclinados y asomados hacía la tierra, preguntándose desde el menor hasta el mayor, qué sería aquello que sucedía en la tierra en esa época.

__Decidiendo en ese instante bajar  y  saciar esa curiosidad.    

__Mientras descendían y se acercaban más  y más a la tierra, empezaron a ver, que las luces   se hacían más intensas. 

__Cuando por fin pisaron tierra, inmediatamente la curiosidad se disipó cuando observaron algo nunca visto por ellos.


__Era nada más y nada menos que las decoraciones navideñas que los habitantes de la tierra, colocaban en sus casas.

__Por donde miraban, ahí estaba el brillo de las luces y el colorido de los adornos.

__Todos maravillados les parecía  el espectáculo más hermoso jamás visto.

__Tanto que no podían ocultar su felicidad, corriendo de aquí y de allá por las calles.

__Hasta que empezaron con detenimiento a mirar hacía los lados y  encontrar algo familiar.

__Eran las casas que estaban construidas con unas  figuras  muy parecidas a unas que vivían con ellos en el Universo, pero que hacía algún tiempo que habían desaparecido y no habían vuelto saber nada más de ellas. 

__Ellos en confianza y pensando que serían amigables, se acercaron al que se les parecía a rectángulo y le dijeron: 

__Amigo,  cómo te llamas?

 __Respondiendo dijo: yo soy ventana...!  
__Y continúo diciendo: si miran a través de mí,  podrán ver al interior de la casa. 

 __Ellos asomándose, dijeron: y ese que vemos, semejante a cuadro pero muyyy grande, cómo se llama?
__La ventana respondió: sala de  casa…!

__Todos observando detenidamente y  viendo  a una figura parecida  a triángulo, preguntaron: 

__ Y éso de color  verde, cómo se llama?


__Respondió la ventana: 

__Se llama árbol de navidad. 

__Entonces, señalando algo más preguntaron:

__ Y esa otra figura que no distinguimos  muy bien,  que tiene fuego  adentro como los rayos de Sol? 


__La ventana respondió:

__ Se llama chimenea, ella se encarga de mantener adentro, todo calientito para estas fechas. 

__Ellos, todavía maravillados, observaron que alrededor del árbol, estaba alguien completamente desconocido para ellos y atemorizados preguntaron:

__  Y ellos?
__La ventana respondió: 

__Se llama familia!

__Y dijo: 

__Todos los años en esta época las familias se unen para adornar el  árbol con todo lo que se encuentra guardado  en esa caja que está debajo.

__Enseguida preguntaron: Cuál… la que se parece a cubo? 
 
__Aunque la ventana no sabía quién era cubo, pero  para salir del paso dijo: si, ese mismo.

__Ellos impresionados se quedaron por un largo rato contemplando lo que veían.

__De pronto, todos a la vez empezaron a sentir mucho frio, deseando  calentarse.  

__Tanto era el frío que no podían seguir disfrutando del panorama, invadiéndoles a la vez, el temor de no saber qué hacer. 

__Inmediatamente, la ventana exclamo:


__Ya está empezando a nevar, les recomiendo que busquen un lugar seguro donde abrigarse, para que la tormenta de nieve no los congele, porque la noche  cada vez se hará más y más fría.

__Entonces le preguntaron: 

__ Y qué será de ti? Tú qué harás?
__La ventana respondió:
 
__No se preocupen por mí, yo me calentaré con estos adornos que colocaron encima de mí y disfrutaré del calorcito que me brinda la chimenea del lado de adentro.

__Apresúrense  ya se acerca la tormenta!! 

__Al oír esto, empezaron a desorganizarse, corriendo de un lado a otro, pero en el mismo lugar… hasta que el mayor tuvo una grandiosa idea, la cual los menores escucharon atentamente en conjunto.

__Después de escuchar, todos en común llegaron a un acuerdo, decidiendo seguir la idea de  entrar a la sala de la casa, para colocarse junto a la chimenea y calentarse.
 
__Entonces, todos apresurados se arrastraron para poder pasar por una  abertura que la ventana hizo para ayudarlos.

__Cuando lograron entrar,  corrieron hasta donde estaba la caja de los adornos y se metieron allí.

__Ya adentro, comenzaron  a recuperarse del susto y de la carrera.

__ Al rato y más tranquilo por el calor de la chimenea empezaron a tener sueño y creyendo que estaban a salvo, uno a uno se fueron durmiendo.

__De pronto, los despertó una voz que decía: 
 
__Bueno!  Ahora nos toca seleccionar de la caja lo que utilizaremos para decorar el árbol, y lo que no, lo dejaremos para sacarlo  afuera, esta noche… quizás haya algún necesitado que lo vea y se lo lleve!

__Escuchando eso, volvieron a atemorizarse, abrazándose unos a otros, diciendo:

__ Moriremos congelados si no logramos permanecer dentro de la casa aunque sea esta noche, mientras pasa la tormenta. 

__En ese entonces, empezaron a ver algo que se introducía en la caja para sacar los adornos.

__Eran las pequeñas manos de los niños que alegremente estaban sacando los adornos de la caja, y preguntaban:

__   Mami éste sirve?

__Otra voz contestaba: 

__Si, apártalo y colócalo  cerca del árbol. 

__Otras veces decía: no, déjalo ahí para sacarlo para afuera.

 __Así sucedió hasta que la caja empezó a vaciarse.

__Mientras tanto, el cero, el uno, el dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis, el siete, el ocho y el nueve seguían dentro de la caja, porque cada vez que lo sacaban, volvían a ser introducidos en la misma.

__Todos temerosos, no dejaban de lamentarse  por lo que les vendría en la fría noche, cuando sacarán la caja afuera.

__De repente, vuelven  al escuchar  la primera voz; y decía :

__Niños, ya terminaron de sacar de la caja todo lo que se va a utilizar para decorar el árbol?
 
__Las voces de los niños respondieron: 

__Si papi… solo, dejamos lo que no sirve, pura  cosas raras!

__Entonces el papá dijo, okey...
buscaré otra caja más pequeña para echar lo que no vamos a utilizar.

__Enseguida se oyó unos pasos y la caja empezó a moverse bruscamente para ser vaciada en otra y ser llevada fuera de la casa.

__De pronto se detuvo y el padre mirando  por la ventana  dijo:

__Ahh… se me olvidaba que esta noche hay tormenta de nieve.

__Además hace demasiado frío, mejor esperaré hasta mañana temprano para sacar la caja.

__Entonces, el cero, el uno, el dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis, el siete, el ocho y el nueve recuperando el aliento,  se asomaron y vieron que seguían dentro de la casa en un rincón  de la sala, donde  podían seguir viendo al árbol.

__Mientras tanto, la familia alrededor del árbol continuaba con su decoración.

__Enseguida, ellos comenzaron a pensar  en una solución para quedarse en la casa.

__En eso, el cero rebota y sonreído exclama: Eureka… encontre la solución.
__Todos atentos preguntaron cuál es?

__El cero dijo: 

__La única manera de quedarnos, es que  logremos que nos cuelguen en el árbol. 

__El cinco como siempre con una interrogante dijo: cómo hacemos, no ves que nos desecharon porque éramos raros y  no servíamos para la decoración?.

__El cero dijo: 

__Es muy fácil!

__El ocho siempre enredado y sin estar convencido con la idea, replicó: 

__Fácil!!

__El cero dijo: 

__Si, lo que tenemos que hacer es juntarnos y mezclarnos con los adornos que se parecen a nosotros.

__Sorprendidos con la idea, y despúes de pensarlo bien, todos dijeron: 

__Hagámoslo, no perdemos nada con intentar!

__Primero fue el turno del cero. 

__Éste empezó a deslizarse hasta llegar rápidamente a donde estaban las bolas navideñas, porque se dijo: 

__Estos aunque tienen esas cosas raras encima, son las más parecidas a mí, y disimulando se mezcló entre ellas.


__Mientras, los demás asomados miraban hacía dónde dirigirse.

__Luego llegó el turno del uno.
 
__Éste viendo a los bastones navideños y hablando con el siete  dijo:

__Se parecen mucho a mí, pero también se parecen a ti siete…!!

__ Y señalándolos le dice a siete:

__ Los ves, lo único que tenemos que hacer es dejar que nos coloquen lo blanco y nos adornen….vamos corramos hacía ellos.


__De pronto el ocho, gira y ve a las campanas y dice a los demás: 

__Ven lo mismo que yo, aquel cómo que se parece bastante a mí, aunque yo no tengo la cintura tan gruesa la mía es más finita y con forma.


__Todavía  dudoso dijo: ni modo, me tocará aflojarme un poco la cintura y correr hacía allá.

__Y sin pensarlo otra vez salió corriendo hasta que se mezcló entre ellas.

__Mientras que los demás, seguían buscando a alguien parecido a ellos.

__Al rato y no encontrándolo, se resignaron y todos abrazándose   fuerte, preguntaban  con tristeza al nueve por ser el mayor: 

__Qué será de nosotros?

__ A la vez que, miraban  como  el cero, el uno, el siete y el ocho eran colgados en el árbol.

__Cuando estaban ya colgados, empezaron a llamarse uno a uno para saber si todos habían corrido con la misma suerte.

__En eso, al llamar al dos, al tres, al cuatro, al cinco, al seis, al nueve y al no tener respuesta, miraron a la caja y observaron  que sus compañeros seguían en ella.

__Inmediatamente la alegría que tenían empezó a borrarse, siendo invadidos por una  enorme tristeza y  preocupación, porque se imaginaban el destino de sus compañeros  al ser arrojados a la calle.  

__Enseguida se escuchó la  voz  del papá que dijo: 

__Ya la tormenta de nieve pasó y todavía es temprano, aprovecharé y sacaré la caja, así dejará de estar atravesada en la sala. 

 __Tomando la caja se dirigió a la puerta.


__En eso, el cero, el uno, el siete y el ocho miraban cómo sus amigos se distanciaban más y más de ellos. 

__El papá, dejando la caja afuera, regresó otra vez a la casa  y cerrando la puerta dijo:

__Parece que nuevamente va a comenzar la tormenta!!.

__Al escuchar eso, el cero, el uno, el siete y el ocho  sintieron lastimas por los demás, porque sabían que el dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis y el nueve morirían de frio...!!

__En eso,  giran hacía la ventana, y ven la caja a un lado de la calle y como la nieve la comenzaba a cubrir rápidamente. 
__Mientras tanto, afuera se podía escuchar  al dos, al tres, al cuatro, al cinco, al seis y al nueve temblar y decir: Brrrrr…Que frio está haciendo dentro de esta caja!!

__Así pasaron unos minutos, hasta que sintieron que alguien bruscamente  se introducía en la caja.

__Ellos asustados por no saber lo que estaba sucediendo preguntaron:

__Quién anda ahí?

__Escuchando como respuesta: 

__Somos nosotros el cero, el uno, el siete y el ocho…!

__Entonces, el  dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis y el nueve al reconocer la voz dijeron: 

__Pensamos que no sabríamos  nunca más de ustedes, qué están haciendo fuera de la casa?

__Luego, el cero, el uno, el siete  y el ocho dijeron:

__Decidimos permanecer con ustedes como siempre, en unión hasta el infinito, así nos congelemos.

__ Despúes de hablar y pasando unos pocos minutos,  se seguía  escuchando en la caja Brrrrr!

__En ese instante  se escucharon unas voces diferentes a la de la familia de la casa.

__Eran un padre, una madre y su hijo que habían salido por la puerta trasera de la casa, porque habían ido a llevar una mercancia por encargo a la familia.

__En eso, el niño exclamó:

__ Mami, papi los señores otra vez, botaron una  caja con adornos, podríamos llevárnoslo y decorar nuestro árbol?

__El padre tomando la caja, dijo: 

__Está bien!...pero vámonos a prisa porque el frío esta  insoportable.

__Mientras tanto el cero, el uno, el dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis, el siete, el ocho y el nueve se asustaron…!

__Todos iban calladitos dentro la caja, pensando hacía dónde los iban a llevar…!

__ A poco tiempo, escucharon el abrir y cerrar de una puerta…!!

__Después de haberse detenido el mover de la caja, se asomaron  y vieron un árbol más pequeño que el anterior, el cual estaba  alumbrado y al lado de una chimenea encendida.

__Y alrededor del árbol estaba el niño esperando a su papá y a su mamá para decorar el árbol.
__En eso la mamá abraza al niño y se dirige con él hacía la caja y  dice: 

__A ver, a ver, qué habrá en esta caja.

__Acercando la caja a ella, empezaron  a sacar lo que había, encontrando al cero, al uno, al dos, al tres, al cuatro, al cinco, al seis, al siete, al ocho y al nueve juntitos.

__La madre alzando la  voz y mirando hacía dónde estaba el padre dijo: 

__Qué raro!!  En esta caja solo hay ésto,  y no sé qué es!!

 __El padre acercándose dijo:

__Verdad es, nunca los había visto… creo que no van a servir para decorar el árbol.

__El padre  mirando al niño dijo: 

__Esta noche no podremos decorar porque nada de esto sirve para el árbol, lo dejaremos tal y cómo está solo con luces, hasta que encontremos con que adornar… otro día será. 

__El niño triste, dijo:
 
__Pero…!! Es que tiene que ser hoy, porque si no tenemos que esperar mucho tiempo para adornar nuevamente el árbol.

__Corriendo al regazo de su madre  y mirándola a los ojos le dijo:

__Mami, por favor… es que está noche empieza la navidad y ya todos los niños tienen su árbol!!

__La madre viendo la tristeza del niño y con lágrimas en sus ojos dijo al padre:

__Si, adornaremos con lo que tenemos, porque mi niño también tendrá su árbol de navidad.

__El niño escuchando  eso, salto de emoción y gritó  siiiiii….tendré mi árbol de navidad.

__Entonces, el padre recordó que ellos tenían guardado otras cajas con adornos que los señores de la casa habían botado en los últimos años. 

__Y pensando que servirían para la decoración fue rápidamente a buscarlas.


__Al traerlas las colocó cerca de la otra caja, ý dijo al niño:

__ Ahora a adornarrr!!

__El niño emocionado y jugando, empezó a sacar de las cajas, mirando fijamente lo que sacaba y diciendo:

__Desde hoy ustedes serán mis mejores amigos, por eso le pondré a cada una un nombre.
__Entonces sacando de una caja a las figuras, dijo:  

__Ustedes se llamarán  figuras geométricas.

__Luego sacó de otra caja y dijo:

__Ustedes se llamaran  símbolos y signos matemáticos.
 
__Enseguida buscó en la otra caja y sacó en orden al cero, al uno, al dos, al tres, al cuatro, al cinco, al seis, al siete, al ocho y al nueve y dijo:

__Y ustedes se llamarán números.

__Dándole  todo lo que sacaba de la caja  al padre y a la madre para que los colocaran en el árbol.

__Después que todos estuvieron colgados, empezaron las figuras geométricas, los signos matemáticos, los símbolos matemáticos  y los números a mirarse y  a reconocerse unos con otros.

__Porque una vez estuvieron todos juntos en el Universo, hasta que cada uno por su lado decidieron bajar en diferentes años  a la tierra a curiosear.

__Tal como, habían hecho el cero, el uno, el dos, el tres, el cuatro, el cinco, el seis, el siete, el ocho, y el nueve.

__Luego de reconocerse y alegrándose porque estaban reunidos otra vez, dijeron: 

__Ahora sí, nuevamente unidos como en el Universo, juntos por siempre hasta el infinito!!

__Más tarde en la noche  y estando el árbol decorado con un estilo nunca antes visto en la tierra, el niño se acercó a contemplarlos…! 

__Y mientras miraba  a las figuras geométricas, a los símbolos y signos matemáticos, y a los números, dijo:

__Nunca más serán vistos por los demás como desconocidos e  inservible, porque yo los daré a conocer y  los haré servir!!

 __En eso, se escucha la voz de la madre llamar al niño: 

__Pitágoras ven, que la cena ya está lista!!
 
FELIZ  NAVIDAD!! MERRY CHRISMATE!!

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