En estos días leyendo algunos artículos de opinión encontré
un escrito que me lleno de enseñanza pero descubrí al leerlo y al comprenderlo
que la enseñanza máxima estará siempre acorde con la situación por la cual este
viviendo cada persona y por más que se intente explicar según cada quien es
irrelevante para el que escucha, y es que; es increíble que muchos podamos leer el mismo
texto y encontrar enseñanzas tan distintas pero eficaces, a continuación
publicarè el escrito y recuerden siempre nunca dejen de aprender:
EL ERMITAÑO Y EL CRISTO
Un ermitaño vivía íntimamente familiarizado con el Cristo de
la iglesia, llamado de los favores por las gracias que concedía. Un día, en un
arranque de fervor, el buen ermitaño pidió al Cristo que le dejara quedarse en
su lugar, clavado a la cruz que los sostenía. Favor que le concedió el Cristo
pero con una condición que debía cumplir a rajatabla: pasara lo que pasara, no
podía decir absolutamente ni una palabra. Y así, mientras Cristo le suplantaba
en su trabajo, él se quedó clavado en la cruz, en lugar de la imagen de Jesús.Se le acercó primero un hombre muy rico. Rezó y al marcharse dejo olvidada una bolsa llena de monedas. El ermitaño de buena gana le hubiera avisado, pero no podía hablar.
Llegó después un padre de familia muy pobre. Pidió al Cristo algo con que sostener a su numerosa familia. Al volverse y ver la abultada bolsa de monedas salto de contento, tomándola como un favor estupendo de Cristo. De nuevo el ermitaño se mordió los labios y calló.
Finalmente se presentó un joven y se postró ante el Cristo. Rezando estaba todavía cuando llegó sofocado el hombre rico para recuperar la bolsa olvidada. Viendo al joven y que había desaparecido su bolsa, le acusó de habérsela apropiado. Por más que el joven declarara que no la había visto, el hombre rico amenazaba con denunciarlo sin contemplaciones. En vano el joven protestaba que tenía que emprender un largo viaje y que el barco estaba a punto de partir.
Ante esa “injusticia” el ermitaño se vio en la “obligación” de deshacer el problema y hablando lo arregló todo: el rico recuperó su dinero, que el pobre restituyó, y el joven, liberado de la falsa acusación, se pudo embarcar a tiempo.
Terminado el día, el ermitaño, muy satisfecho de su sensatez, contó al Cristo los pormenores de la jornada.
- Pues todo lo has estropeado – le contestó Cristo -. Te había recomendado que callaras, pasara lo que pasara. Mira el resultado de tu desobediencia:
- El hombre rico llevaba aquella bolsa de dinero para malgastarle en vicios y pecados como efectivamente lo está haciendo.
- Al pobre este dinero le hubiera solucionado los graves problemas de su familia.
- En cuanto al joven, aunque detenido, hubiera salvado su vida, pues el barco que logró tomar ha naufragado y han muerto todos los pasajeros.
Ahora compartiré mi 10 Aprendizajes:
2.- El hombre por más que Dios le concediera el deseo de ser igual a Dios serà solo hombre!!
3.- Dios es Dios!
4.- Las cosas suceden con el absoluto conocimiento de Dios !!
5.- Cuidado al pedir a Dios ser igual a Èl sin saber que significa realmente esa petición!!
7.- Los silencios de Dios no siempre son silencios, aprende a oírlos!!
8.-El silencio de Dios no es para siempre!!
9.- Lo que al parecer es malo para la persona que lo está viviendo al final de los días terminará aceptándolo como bueno!!
10.-Nunca dejes de creer que Dios està pendiente de todo y de todos!
11.- No todo es como tù crees!!
12.- En las necesidades vienen tambièn las equivocaciones!!
Nota: La publicacion titulada El Ermitaño y el Cristo fue extraido tal cual del blog de Bruno de Marìa.
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