Hoy revisando algunas noticias encontré un artículo
que hablaba del famoso astronauta
estadounidense Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna y una frase
que me dejo meditando y quise compartirlo con ustedes y es la siguiente: “la huella más importante
del hombre no está en la Luna”
Frase que surge de una visita que realizó Neil Armstrong en Jerusalén en 1988, el cual pidió
a Thomas Friedman, un profesor experto en arqueología bíblica que le sirvió de
guía por la ciudad, que le llevase a un lugar donde pudiese tener la certeza de
que había caminado Jesucristo.
El profesor, una de cuyas alumnas, Ora Shlesinger, ha relatado la historia
más de una vez, llevó a Armstrong a los restos de escaleras del templo
construido por Herodes el Grande que aún se conservan. “Estos peldaños
constituían la principal entrada al templo”, le dijo: “No hay duda de que Jesús
subió por ellos”.
Armstrong se concentró entonces profundamente y estuvo orando durante un
rato. Al terminar, se volvió a Friedman, y, emocionado, le dijo: “Para mí
significa más haber pisado estas escaleras que haber pisado la Luna”.
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